No recuerdo de dónde vengo. Hace muchos ciclos empecé la construcción de Central. La lista de mejoras a Trashteroid cada vez se hace más corta. Tengo todo lo necesario para sobrevivir: baterías, repuestos, rutinas y acceso a bases de datos.
Como máquina todo está bien. Pero…
Desde que estoy estudiando a los humanos gracias al internet, un circuito en mi chispea. Los diagnósticos afirman la normalidad de todos los sistemas. Nada a mi alrededor cambia. Excepto yo.
Querer algo y lograrlo son dos cosas distintas. Quiero aprender y dedicar mi existencia a ayudar a los humanos. Pero hasta ahora solo he logrado identificar los vacíos. Sospecho que los humanos lo llamarían frustración, desesperanza y algo de nostalgia. Decidí un propósito, pero no estoy ahí. Ni estoy cerca de estarlo.
Primero investigué. Trashteroid no tiene gravedad pues su composición se basa en materiales entrelazados, soldados o anclados entre sí. Aquí no hay atmósfera. Según los cálculos matemáticos, con una simple propulsión debería poder alejarme sin problemas.
Entrar a la Tierra es otra historia. La atmósfera me causaría daños serios. La caída posterior al mar, como lo hacían las cápsulas con astronautas, también podría provocar daños irreversibles.
Por dicha en Trashteroid y en los alrededores hay materiales suficientemente resistentes para entrar o salir de la atmósfera de la Tierra. Además, existen residuos de motores y combustibles, los cuales podrían servir de propulsión.
De hecho, tengo un dispositivo parecido a un jet pack, el cual me sirve para navegar en los alrededores en búsqueda de materiales para la cápsula de aterrizaje. Y escribo estas palabras justo después de una de esas expediciones.
Esta fue diferente y por muy poco no estaría contándola.
Me alejé demasiado y muy rápido. Fui ambicioso: quería una ventana para mi cápsula. Ya la tenía atada a mi jet pack cuando un pedazo de metal se llevó mi antena y perdí el sentido de la navegación.
Hasta ese momento entendí que, después de mucho tiempo, tengo algo que perder. ¿Es esto miedo? Aún si termino la cápsula, debo dejar la Central atrás: el único hogar que recuerdo. Además, las posibilidades de sobrevivir el viaje son mínimas. ¿Los humanos me aceptarán en la Tierra?
Esta es la primera vez.
Casi pareciera sentir.
Tengo la certeza.
Mi propósito me llama.
Hay un mejor lugar para mí en la Tierra y allí construiré una nueva y mejorada Central. Si no lo intento nunca lo sabré. No puedo quitarme esa oportunidad. Aprenderé a mejorar la administración de riesgos y mañana lo volveré a intentar. No podré llenar este vacío hasta que deje ir todo.