Nuestra Aventura
¿Recuerdan que estamos haciendo el proceso para certificar a Chiky como perro de asistencia? Hace unas semanas quisimos ponernos a prueba y escogimos un hotel de lujo para unas vacaciones flash. El Botánika Hilton Curio Collection está ubicado en la Península de Osa, en Puerto Jimenez. Todavía está en construcción, pero en las fotos y videos se apreciaba como una experiencia única. Y así fue.
Ese fue nuestro primer paseo a la zona. Y nos sorprendimos gratamente por el estado de la carretera y la belleza de la naturaleza. Los paisajes son únicos en el país y la cantidad de flora y fauna es impresionante; además de la cantidad de esfuerzos por conservación.
Sin embargo, no es una experiencia para perros mascota. Por eso no llevamos a Sammy y Chiro.
Hasta ahora hemos evitado los hoteles de cadenas reconocidas por la fama que tienen en la comunidad pet friendly por las reglas para aceptar los perros. Estamos conscientes de las quejas por las tarifas por perro, los depósitos contra daños, el no permitir que se tiren en la piscina, entren a restaurantes o se queden solos en la habitación.
Hablemos de un tema complicado.
En nuestra experiencia de 3 años en paseos pet friendly, lo más difícil siempre son los dueños irresponsables. Esas personas quienes creen que tienen derecho de admisión porque pagan. Es común ver en diferentes negocios perros ansiosos, sin control de ningún tipo y sin supervisión, lo cual nos hace pasar un mal rato a los demás. ¡Más bien es sorprendente que los restaurantes, hoteles, centros comerciales todavía permitan la entrada de perros!
En otros posts hemos hablado de si un lugar se ajusta a las necesidades y preferencias de sus perros. Esta vez queremos discutir si los perros están lo suficientemente educados para ser amigables con los diferentes negocios y espacios públicos.
¡Sí! Es responsabilidad de los dueños asegurarse que sus perros se porten a la altura y faciliten la convivencia con otras personas y animales.
¿Cómo saber si mi perro amigable para los lugares pet friendly?
Dependiendo del lugar, existen diferentes criterios o conductas para determinar si un perro es apto para convivir en ese espacio de manera armoniosa. Repasemos los principales:
Necesidades a la orden
Nunca es aceptable en ningún negocio o comercio que el perro haga sus necesidades donde le plazca. En primer lugar, los dueños debemos llevar implementos de limpieza. ¡Bolsas como mínimo! Además de enseñarle a hacer las necesidades a la orden en los espacios apropiados o designados. El no poder hacer necesidades a pedido, inmediatamente los descarta de restaurantes, ferias o centros comerciales con poca o sin ninguna área verde. Recuerden, los dueños de negocio no están en la obligación de ofrecer estos espacios y sus perros no deben dañar la mercadería o infraestructura. En una de las ferias vimos como un perrito orinó una canasta carísima y cómo hubo que descartar esa mercadería pues no había forma de limpiarla. Para ustedes es una orinada simple, pero para ese emprendedor representó el salario de un día completo.
Subirse a sillones o camas
Y, hablando de infraestructura, ustedes podrán tolerar, inclusive amar, los pelos en la ropa, las almohadas y la boca, pero a muchas personas les molesta. La mayoría de los negocios tienen una base de clientes con un amplio rango de preferencias. Eliminar olores y pelos conlleva gastos adicionales. Así como, por ejemplo, se limpia a profundidad para eliminar el olor del cigarro. De nuevo, a ustedes no les molesta, pero a otros clientes sí. Si su perro no duerme en su propia cama o en un kennel, probablemente vayan a tener problemas con alojamientos. Tampoco es de extrañar que los dueños de alojamientos tengan que cobrar tarifas para limpiezas profundas.
Paseos controlados con correa
Si usted no sabe usar la correa, no debería sacar a su perro. Es inaceptable andar perros sin correa en espacios públicos o privados. Para lograr paseos controlados hay que educarse y aprender. Se puede andar tranquilamente con correa. ¡Por cierto! La correa no es un castigo. Es un medio de comunicación y es un límite. Como cualquier herramienta, si se utiliza mal puede ser peligrosa. Por eso, los dueños de perros deben aprender a utilizarla correctamente y usarla siempre.
Autocontrol
Los dueños deben ser capaces de controlar a su perro. Pero el perro también debe aprender a autogestionarse. Es decir, el perro debe aprender a calmarse solo y a mantenerse calmado. El ejercicio físico es importante, pero sin un trabajo de calma, el perro podría desarrollar conductas no deseadas o destructivas. También se puede enfatizar la ansiedad y volverlo dependiente del control de dueño. Imaginen lo que podría pasar si ustedes no están ahí para controlarlo. ¿Por qué creen que es tan común encontrar reglas sobre no dejar solo al perro en la habitación? Tampoco es de extrañar los depósitos en caso de daños a la propiedad.
No pedir comida en la mesa
¡Menos robársela! Esto va relacionado con el punto anterior. Un perro en un restaurante nunca puede pedir comida en la mesa, robársela o incluso defenderla. Por favor, tampoco le den comida directo del plato de los humanos. Esa práctica pone en riesgo los permisos sanitarios de los dueños de los negocios. Y no a todo el mundo le gusta saber que el plato en el que está comiendo lo chupó un perro (no importa si lo lavaron a profundidad). Si en la casa ustedes no tienen el autocontrol para sobrepasar las manipulaciones del perro para lograr que le den algo de lo que están comiendo, no pueden esperar un comportamiento impecable del perro en el restaurante. Y los demás comensales no tenemos porqué aguantar a un perro maleducado pidiéndole comida a todo el mundo.
Control de impulsos
Si su perro no puede ver un gato porque corre detrás descontrolado, si no puede ver un charco o una piscina porque se tira, no está listo para visitar alojamientos. Los perros tienen un fuerte instinto de caza. En la presencia de animales como ardillas, pájaros, monos, gatos, entre otros, podrían querer cazarlos. Como dueños, debemos trabajar en esos impulsos. Si es una mascota, nunca debería tratar de cazarlos (puede ser peligroso para su salud) y si es un perro de cacería, debe hacerlo cuando se le pide. Lo mismo pasa con tirarse al agua. El perro no puede simplemente tirarse cuando quiera. Si ustedes no pueden confiar en el control de impulsos o nunca lo han trabajado, probablemente lo mejor sería no llevarlo a lugares donde vaya a estar expuesto a piscinas o animales.
Es saludable
¿Ustedes llevan a su perro a chequeos periódicos según su edad y raza? ¿Lo desparasitan cuando es necesario? ¿Lo vacunan anualmente? ¿Tiene un peso adecuado para su raza y edad? ¿Lo protegen contra garrapatas y pulgas? Si la respuesta es no, por favor, no lleve a su perro enfermo a ninguna parte. No ponga a otros animales y a otras mascotas en riesgo. Esta última parte es sencilla. Vayan a su veterinario de confianza y hagan estas preguntas.
Le gusta socializar y está acostumbrado a experimentar cosas nuevas
No todos los perros aman conocer personas o perros nuevos. De hecho, más bien es lo contrario. Estar socializando y experimentando cosas nuevas no es para todos los perros. ¡Eso está bien! Hay que conocer las preferencias de sus perros y respetarlas. Sabemos que está de moda salir con el perro de vacaciones. Pero no todos van a disfrutar esos cambios de ambiente.
En resumen, evitar que los diferentes negocios nos cierren las puertas está en nuestras manos y depende de la educación canina que le demos a nuestros perros. Si queremos viajar con nuestras mascotas, debemos aprender a manejarlos y debemos autogerenciarnos. ¡Responsabilicémonos de nuestras acciones!
En el Hotel Botánika nos recibieron muy bien como perro de asistencia. Aunque al inicio estaban un poco nerviosos (en nuestra experiencia es totalmente entendible), conforme vieron el comportamiento adecuado y tranquilo de Chiky, se fueron tranquilizando (y Chiky terminó haciendo amigos). Con esto, queremos enfatizar que para tener beneficios hay que primero dar resultados. Si queremos que los negocios relajen las reglas pet friendly, debemos primero educar a nuestros perros y facilitar una convivencia positiva con nuestro entorno: debemos asegurarnos que nuestros perros sean amigables con los negocios pet friendly.
