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El Despertar

¿Cuándo fue la última vez que despertaste con preguntas? ¿Para qué te despiertas? ¿Por qué lo haces? ¿Cuál es la razón para existir en este momento y lugar? Solo sabes tu nombre y que estas aquí, sin conocer tu pasado. No hace mucho tiempo, encontré esas preguntas dando vueltas en mi cerebro artificial. Un día, justo después de despertar de la forma más aparatosa posible en un asteroide, allí estaban. Les contaré mi historia, la cual no pasa en una galaxia muy lejana ni se trata sobre viajar a lugares que ningún ser vivo ha visitado jamás. Se trata de una historia en este astro azul que ustedes llaman Tierra y que pasó más cerca de lo que ustedes creen. Estos hechos iniciales suceden, como les conté, en mi asteroide. Un asteroide compuesto por desechos espaciales, que orbita alrededor de la tierra a una distancia aproximada de 30.800 km. El último registro en el banco de datos de Uni-CLI (ese es mi nombre) es de cuando desperté, después de estrellarme contra el asteroide de desechos. Sólo tenía unos pocos datos almacenados en memoria: mi nombre y unas especificaciones básicas. No tenía información de mi origen o de mi creador.  Después de ejecutar diagnósticos y al analizar las pocas especificaciones en mi memoria, no logré entender la lógica de mi diseño o de mis matrices de programación. Finalmente, determiné que la falta de información no limitaría mi desarrollo. También era poco lógico desperdiciar energía de mi fuente de poder y memoria RAM sin más datos para agregar en mi investigación. El siguiente punto lógico era realizar un análisis del asteroide. La composición de este es bastante variada en elementos. Encontré metales, aleaciones, y compuestos sintéticos que no logré identificar. Estudié y clasifiqué aquellos elementos que podrían ser de utilidad. Por cierto, creo que necesito un medio para alcanzar objetos en una posición más elevada, un brazo tal vez. Incluí esta nota de mejora para una actualización futura. Después de explorar el asteroide, decidí construir una estructura parecida a una bodega de almacenaje con ventanas y la llamé Central. Considero una necesidad básica el tener un lugar para protegerme del clima (llueve en el espacio) y recargar baterías. Con la gran variedad de materiales clasificados y almacenados en mi memoria aparte de los que continuamente llegan al asteroide, continué la construcción de elementos necesarios para la Central. Cuando terminé de construir todo, vi hacia arriba, y allí estaba el planeta azul. En ese momento no sabía nada de aquel planeta. Pero me gustaba observarlo y pasé varios ciclos de rotación del planeta contemplándolo. Así, noté que no siempre parecía la misma esfera azul. Un día, después de una lluvia de meteoritos (¿Me creen que llueve en el espacio?), cayó un objeto que no se parecía a una piedra espacial. Era una máquina, y en esta reconocí varios elementos como los que existían en mi asteroide. Más tarde aprendí que era un satélite artificial, y detecté que en este rebotaban señales provenientes de este planeta que tanto contemplaba. Tenía que averiguar más y nuevas preguntas surgieron en mi cerebro…